Actualización 2012
Gracias a todos los que han comentado y compartido el blog.
Sigo recibiendo propuestas y aportes, y tratando de organizarlos.
Es buen momento para aclarar que, si bien el origen de la idea fue con un grupo de salteños, sabemos perfectamente que muchas de éstas palabras y formas de hablar son comunes a otros departamentos e incluso a todo el interior. Quizás sería interesante crear un nuevo espacio donde constaran más vocablos y expresiones.
El habla es rica, y está viva.
Acá tan sólo celebramos esa vitalidad.
Aro: caravana
Digo!: Adverbio de aprobación rotunda. Tan inexpugnable es su
contundencia afirmativa, que sólo es posible superarlo repitiéndolo: “Digo
digo”.
Embarcar: Viajar, estar en viaje hacia algún lugar: “El Fulanito se embarcó pa losestadosunido.”
Gomo: Gajo de la naranja, mandarina, o el cítrico que corresponda.
Gomo: Gajo de la naranja, mandarina, o el cítrico que corresponda.
Invisible: Ondulín, pequeño broche para el pelo
Malenganchado/a: De mal humor.
Mil de fiebre: Enojo importante: “Me agarré mil de fiebre”
Monito: muda de ropa que se prepara para ir a quedarse a casa de
un amiguito
Mora o morita: Manta de paño no tejido, sino prensado, “muy
común entre la gente de recursos muy modestos o de baja condición”
Pie de luz: Mesa de luz
Playo: Poco profundo: “plato playo”. Fig. De bajo rendimiento: “¡Vamo
a ganarle a éstos que son playitos!”
Refusilo o rejusilo: Relámpago
Tatusear, tatusero. El tatuseo es un deporte, con gran arraigo
infantil, donde se pone a prueba el ingenio, la rapidez mental y el
vocabulario, pues del hábil manejo de las herramientas idiomáticas depende el
objetivo del juego: dejar sin palabras al oponente, o burlarse de él sin que lo
note. Quien conozca el típico gag (p. ej) “Juan - Nos vemos a las siete.” “Pedro
-¿Cómo?” ya está iniciado en el principio motor de la compleja relojería del
tatusear. Es necesario entonces, dos dialogantes. Uno de ellos abrirá el juego
cuando encuentre, en las palabras de su interlocutor, la oportunidad justa de
rematar una frase haciendo una alusión (homo)sexual de alguna índole. En el
ejemplo, se trata de entender “siete” como “trasero” y el “¿cómo?” no como
interrogativo sino como afirmativo, y su chispa proviene de entender “como” derivado de “comer”, a su vez
metafórico de “coger” en su acepción de “poseer”. Así la charada resultaría “me
como tu trasero”. Llegado ÉSTE punto, Juan puede responder algo como “A la
vuelta de la esquina hubo un choque”. Nos interesa solamente “a la vuelta”, que
aludiendo al trasero, está respondiendo “No me comes el trasero, sino que comes
lo que está a la vuelta de él”. B
contesta: “B - Ensarto”, o sea “te ensarto eso que está a la vuelta de lo
previamente aludido”, del trasero mencionado anteriormente. Éste contrapunto
puede prolongarse tanto como se ensañen los contendores, hasta que uno de ellos
no pueda responder por haberse complejizado demasiado la trama, o bien hasta
que se cometa un “error”, por ejemplo, al contestar “Dame” a la aseveración
“Palito Ortega sacó un disco”. Todo el análisis pragmático desarrollado, nos
lleva a la conclusión de que el entretenimiento se debate entre la
homosexualidad y la homofobia, ya que el “triunfo” consiste en “poseer” al
contrincante, mediante el lenguaje, a la vez que evitando ser poseído.
Taza: En el río, o en las piscinas de las termas y las
barriales, se agarra a un “amiguito” desprevenido, por detrás, y se lo zambulle
de un empujón hacia abajo, sumergiéndolo. Un submarino, pero de barrio.