sábado, 14 de julio de 2012


Actualización 2012

Gracias a todos los que han comentado y compartido el blog.
Sigo recibiendo propuestas y aportes, y tratando de organizarlos.
Es buen momento para aclarar que, si bien el origen de la idea fue con un grupo de salteños, sabemos perfectamente que muchas de éstas palabras y formas de hablar son comunes a otros departamentos e incluso a todo el interior. Quizás sería interesante crear un nuevo espacio donde constaran más vocablos y expresiones.
El habla es rica, y está viva.
Acá tan sólo celebramos esa vitalidad. 

Aro: caravana
Digo!: Adverbio de aprobación rotunda. Tan inexpugnable es su contundencia afirmativa, que sólo es posible superarlo repitiéndolo: “Digo digo”.
Embarcar: Viajar, estar en viaje hacia  algún lugar: “El Fulanito se embarcó pa losestadosunido.”
Gomo: Gajo de la naranja, mandarina, o el cítrico que corresponda.
Invisible: Ondulín, pequeño broche para el pelo
Malenganchado/a: De mal humor.
Mil de fiebre: Enojo importante: “Me agarré mil de fiebre”
Monito: muda de ropa que se prepara para ir a quedarse a casa de un amiguito
Mora o morita: Manta de paño no tejido, sino prensado, “muy común entre la gente de recursos muy modestos o de baja condición”
Pie de luz: Mesa de luz
Playo: Poco profundo: “plato playo”. Fig. De bajo rendimiento: “¡Vamo a ganarle a éstos que son playitos!”
Refusilo o rejusilo: Relámpago
Tatusear, tatusero. El tatuseo es un deporte, con gran arraigo infantil, donde se pone a prueba el ingenio, la rapidez mental y el vocabulario, pues del hábil manejo de las herramientas idiomáticas depende el objetivo del juego: dejar sin palabras al oponente, o burlarse de él sin que lo note. Quien conozca el típico gag (p. ej) “Juan - Nos vemos a las siete.” “Pedro -¿Cómo?” ya está iniciado en el principio motor de la compleja relojería del tatusear. Es necesario entonces, dos dialogantes. Uno de ellos abrirá el juego cuando encuentre, en las palabras de su interlocutor, la oportunidad justa de rematar una frase haciendo una alusión (homo)sexual de alguna índole. En el ejemplo, se trata de entender “siete” como “trasero” y el “¿cómo?” no como interrogativo sino como afirmativo, y su chispa proviene de entender  “como” derivado de “comer”, a su vez metafórico de “coger” en su acepción de “poseer”. Así la charada resultaría “me como tu trasero”. Llegado ÉSTE punto, Juan puede responder algo como “A la vuelta de la esquina hubo un choque”. Nos interesa solamente “a la vuelta”, que aludiendo al trasero, está respondiendo “No me comes el trasero, sino que comes lo que está a la vuelta de él”. B contesta: “B - Ensarto”, o sea “te ensarto eso que está a la vuelta de lo previamente aludido”, del trasero mencionado anteriormente. Éste contrapunto puede prolongarse tanto como se ensañen los contendores, hasta que uno de ellos no pueda responder por haberse complejizado demasiado la trama, o bien hasta que se cometa un “error”, por ejemplo, al contestar “Dame” a la aseveración “Palito Ortega sacó un disco”. Todo el análisis pragmático desarrollado, nos lleva a la conclusión de que el entretenimiento se debate entre la homosexualidad y la homofobia, ya que el “triunfo” consiste en “poseer” al contrincante, mediante el lenguaje, a la vez que evitando ser poseído.
Taza: En el río, o en las piscinas de las termas y las barriales, se agarra a un “amiguito” desprevenido, por detrás, y se lo zambulle de un empujón hacia abajo, sumergiéndolo. Un submarino, pero de barrio.